miércoles, mayo 11, 2016

Federación de Datacenters

Como nos decían nuestras abuelas, la fuerza está en la unión de las pequeñas cosas... Y esto es lo que se está aproximando al mundo del Datacenter, como reacción al inexorable crecimiento de necesidad de computación y almacenamiento que hay detrás nuestro estilo de vida digital y el incipiente #IoT (Internet de las cosas). Gartner estima que Los crecimientos de gasto en IT para posibilitar IoT crecerán con dos dígitos hasta culminar con más de ¢235B USD en 2020. Sé que estas cifras no nos dicen mucho, y que son poco significativas en nuestro quehacer diario, pero sí que podemos vislumbrar algunas tendencias que los proveedores de servicios Cloud y Datacenter deberían tener en cuenta para un futuro a la vuelta de la esquina... 

El primero es la necesidad de interconectar más Datacenters. ¿Por qué? Pues sencillo: muchas aplicaciones de IoT son sensibles a la distancia, es decir, a la latencia de las comunicaciones. Si un coche tiene parte de su capacidad computacional en la nube, la velocidad de subida de los datos que recojan sus sensores y la respuesta que indique parte de su inteligencia "Cloud" es crítica para la respuesta y la seguridad de los pasajeros. Y la latencia, como decía, juega un papel CLAVE. Por ello, no bastará sólo en alojar la plataforma de gestión en un buen Datacenter, sino también que ésta vaya cambiando su ubicación, acercándose al cliente para reducir el tiempo de respuesta. Es obvio que las redes de transporte también introducirán retardo y criticidad a determinadas aplicaciones, por ello, se deberá rediseñar el sistema de transporte de los datos desde el sensor a la plataforma (5G ayudará mucho a ello y es uno de sus "drivers" o motivos de desarrollo global).
Otro motivo para federar Datacenters es la necesidad de disponer de gran capacidad de almacenamiento y computación cercana al usuario, por la misma razón anterior: #IoT precisará en sus aplicaciones, no sólo de una baja latencia, sino de una respuesta casi inmediata de los sistemas. Y para ello, deben estar cerca y con capacidad casi infinita distribuida.
Es obvio que la alta disponibilidad de las plataformas hará que éstas estén redundadas para garantizar una altísima resiliencia: nadie entenderá que dos coches choquen por un corte de conectividad en un Datacenter, o que un paciente fallezca porque la aplicación no ha lanzado las alarmas pertinentes por un problema en el contenedor en el que reside la aplicación. 
Finalmente, la seguridad de todo el sistema o plataforma es un punto de altísima criticidad: nadie sabe cómo asegurar un sistema en el que hay miles de puntos de entrada (datos) que fluyen a través de una red pública (obviamente encriptados) a una federación de Datacenters que alojan las aplicaciones. Es un problema de ingeniería fascinante, pero que debe solucionarse para garantizar el despliegue de miles de aplicaciones en todo el planeta que nos harán la vida más fácil.

Conclusión: La Federación de Datacenters (un nombre un poco "StarWars", por cierto) es necesaria, y seguramente una tremenda oportunidad de negocio para Service Providers pequeño-medianos. Veremos cómo evoluciona, pero es seguro que jugará un papel fundamental en este mundo tan cambiante en el que estamos...

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